La cocina de gas en su momento fue una buena forma de cocinar, ya
que anterior mente su usaba una lumbre, el avance tecnológico de la época fue
muy interesante, pues estas cocinas permitan cocinar de forma relativamente
segura hasta en cuatro fuegos a la vez.
La aparición de las placas vitrocerámicas,
fue un avance aun mayor, pues se ganó en seguridad, limpieza, velocidad y
comodidad.
Se ganó en seguridad porque ya no se trabaja con gas, no hay
llama, el peligro de incendio, de sufrir quemaduras y de fugas se redujo o se
eliminó por completo.
Se ganó en limpieza porque la placa vitrocerámica es un cristal
totalmente liso que se puede limpiar con una bayeta o un trapo, no tiene
rincones en los que se acumule la grasa o los restos de comida.
Se ganó en velocidad y en comodidad porque encender el fuego es
mucho más simple y rápido, no necesita accionar el gas y estar preparado con un
mechero o una cerilla, la placa se enciende con un simple dedo, y se regula la
temperatura mucho mejor. En las nuevas placas la velocidad a la que se
calientan las cacerolas y sartenes se ha mejorado muchísimo.
La vitrocerámica además gana mucho espacio en la cocina respecto a
la cocina de gas pues no necesita espacio para una bombona de butano, tan solo
necesita de un enchufe a la corriente eléctrica.
Hay cocineros que dicen que la comida no sabe igual cuando se
cocina en una cocina de gas que cuando se cocina en una placa vitrocerámica,
sin embargo algunos de los mejores chefs como Carlos Arguiñano o Ferran Adria usan la placa vitrocerámica con
espectaculares resultados.
Si notas cualquier anomalía en tu placa vitrocerámica contacta con una empresa de reparación de electrodomésticos
para que realice una revisión completa.
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